Hoy participé de una jornada de debate en el marco del XX Encuentro de Nuevos Dirigentes organizado en Concepción del Uruguay por la Comisión de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de la Argentina. También intervinieron los precandidatos del FPV, Gustavo Bordet y Marcelo Bisogni.
En la oportunidad, me referí a que vivimos en una provincia que ha sufrido, como ha sufrido el país, una fuerte degradación en sus valores esenciales. En ese contexto, los dirigentes debemos asumir el compromiso de defender esos valores que muestren un camino de decencia, transparencia y eficiencia.
Nuestra provincia ha perdido unas cuantas batallas para defender una educación de calidad. En Entre Ríos, históricamente, la educación ha sido un orgullo y es nuestro compromiso trabajar junto a los docentes entrerrianos, para que vuelva a ser de excelencia.
Asimismo, el Estado debe estar presente y tener autoridad para abordar en serio el flagelo de la droga. Este gobierno deja un fuerte déficit en el control y el combate del narcotráfico.
Advertí también sobre la falta de cuidado de nuestras fronteras y sobre las leyes de blanqueo de capitales, que han permitido que los narcotraficantes puedan traer sus dólares de la droga e inyectarlos en el mercado formal.
Como desafío nos queda tener un Estado que pueda brindar servicios de calidad. No hay que tener miedo de decir que necesitamos un Estado eficiente. No puede ser que solamente se intente resolver el problema de la falta de trabajo creando puestos en la administración pública. El Estado necesita generar políticas que faciliten la generación de empleo privado, que dignifique a los entrerrianos y permita el desarrollo y progreso de nuestras comunidades.
