La Provincia aumentó su recaudación impositiva el mes pasado, casi un 58%. La noticia, que en otro momento hubiese sido anunciada con bombos y platillos, prácticamente pasó desapercibida.
Es que el gobierno provincial no puede explicar por qué, luego del impuestazo que afectó a todos los entrerrianos y que produjo semejante incremento de la recaudación, ofrece un magro 26% de aumento, salarial en cuotas, a los trabajadores estatales. Peor aún teniendo en cuenta que según las previsiones, este año la inflación seguramente será mayor al 35%.
Reformas y acuerdos
El 12 de diciembre, los entrerrianos nos enteramos que, tras un acuerdo entre Urribarri y los gremios estatales, se impulsaba en la Legislatura una reforma impositiva en la provincia con el objetivo de mejorar salarios.
En el presupuesto aprobado por la legislatura provincial para el 2014 el Ejecutivo provincial proyectó un aumento interanual de la recaudación provincial del 20,6%, pero al controlar los números de la recaudación de febrero, que el mismo gobierno publicó, nos encontramos con la asombrosa noticia que la recaudación de ese mes aumentó el 57,37%, respecto al mismo período del año pasado. Ese aumento de la recaudación impositiva no es otra cosa que el resultado de esa reforma impositiva consensuada con una cúpula gremial obsecuente, más el descontrolado proceso inflacionario que ha provocado un gobierno que –por suerte- ha entrado en su última etapa.
Más endeudamiento para la provincia e impuestazo para todos
Si, por ejemplo, analizamos la variación interanual del impuesto a los ingresos brutos, que pagan hasta los quiosqueros, respecto al año 2013 observamos que en el período enero-febrero de ese año la recaudación fue de 289 millones, pero en ese mismo período del corriente año recaudaron 469 millones, un 62% más.
Hemos dicho repetidas veces que lo que hizo Urribarri no fue otra cosa que aplicar un impuestazo feroz que está asfixiando a todos los entrerrianos, sobre todo a los que menos tienen. Inclusive, a los trabajadores estatales a quienes supuestamente se pretendió beneficiar. Y no conforme con eso ha colocado este miércoles nueva deuda en letras por cerca de 153 millones de pesos.
La síntesis de la crónica de una pesadilla anunciada:
Primero el gobierno nacional se apropió de recursos genuinos de las provincias y los municipios, y algunos gobernadores -como el nuestro- no los reclamaron. Después negaron con obcecación una inflación que provocaron, y que carcomió y carcome los salarios de trabajadores y jubilados. Luego, producto de su mala praxis económica, el kirchnerismo se quedó sin recursos para seguir ayudando a los gobernadores, incluso a los más obsecuentes -como el nuestro- Entonces, ¿qué hicieron esos gobernadores? El nuestro, por un lado, está endeudando la provincia mes a mes, y como tampoco le alcanza aplicó el método más rápido, más fácil y a la vez el más cruel para los entrerrianos: un impuestazo sin precedentes, apañado en la mentira de que el aumento de recaudación sería destinado a mejorar los salarios de los trabajadores.
A todas luces el gobierno planeó una estafa, y el negocio le está dando resultados con creces. Tenemos derecho a seguir pensando que a la diferencia a favor debe estar planeando utilizarla para financiar su nuevo sueño imposible: ser presidente de la nación.
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