sábado, 3 de enero de 2015

Los negocios chinos de Urribarri

La Cámara de Senadores de la provincia votó el 29 de diciembre una ley con el propósito de organizar una mega obra concebida por la nueva potencia mundial, al servicio de sus intereses y con nuestros recursos naturales, comprometiendo seriamente el futro de Entre Ríos.
El relato dice que es una oportunidad de crecimiento única, pero la entrega al imperio chino es escandalosa.
El sometimiento de las “relaciones carnales” con Estados Unidos en los 90´ encuentra ahora, con el kirchnerismo, un nuevo capítulo y un nuevo patrón. Así está planteado estratégicamente desde la Nación, y así, sin miramientos ni vergüenza, lo replica Urribarri en Entre Ríos.
El Senado aprobó el endeudamiento por más de 430 millones de dólares (hoy con un dólar encorsetado equivale a más de 3.600 millones de pesos) que serán gentilmente financiados por bancos estatales chinos e invertidos en las obras de dos acueductos que realizará, justamente, China State Construction Engineering Corporation LTD.
China quiere materias primas, China quiere ampliar sus dominios, China presta y construye para adueñarse de nuestros recursos naturales.
Recuerdo con claridad que cuando era diputado nacional, hace poco tiempo, recibimos con mis pares a una delegación de parlamentarios chinos. En esa oportunidad, escuchamos de su boca la siguiente afirmación: "Venimos en busca de materias primas, no queremos alimentos con valor agregado, el valor agregado se lo damos los chinos".
¿Quién hizo los estudios de impacto ambiental de esta obra que se proyecta construir? ¿Cuál es el plan verdadero? ¿Seguir convirtiendo a Entre Ríos en una provincia donde solo se cultive soja para alimentar al gigante asiático e importar del mismo origen cada una de las cosas que tiene valor agregado, es decir que generan trabajo y desarrollo? ¿Quién se hace cargo de este planteo colonial?
En última instancia, se puede afirmar que ésta no es una idea de Urribarri, sino del Gobierno Nacional, como sucede casi siempre. Pero eso no lo exime de nada. Peor aún, Entre Ríos compromete su patrimonio y entrega sus recursos por obediencia, irresponsabilidad e ignorancia.
Tampoco exime de su responsabilidad a los senadores departamentales, que como nos tienen acostumbrado, votan sin consultar y sin debatir con la sociedad. Ellos también deberán responder por aprobar, entre gallos y media noche, esta ley.
Necesitamos poner límite, como entrerrianos no debemos permitir este atropello, por nuestra soberanía, por nuestros recursos y por nuestro futuro.

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