Casaretto en su intento de defensa nos da la razón y él mismo se condena. Tiene que renunciar y ponerse a disposición de la Justicia
Con su bravuconada Casaretto no hace otra cosa que darnos la razón. Para defenderse hace referencia a la causa del juicio a dos ex ministros radicales y al mismo gobernador por haber compensado deuda de una empresa de transporte con colectivos, en la peor crisis económica de la historia argentina. Los colectivos efectivamente quedaron en el Estado y aún hoy prestan servicios, y el juicio dejó claro que no hubo enriquecimiento de los funcionarios ni pago de coimas.
Al hacer referencia al caso de los colectivos el propio Casaretto le está diciendo a la justicia lo que tendría que hacer con este escandaloso defalco de ATER, donde ya se sabe que –al menos- se robaron 38 millones de pesos.
Casaretto fue ministro de Busti y ahora es jefe de recaudación de Urribarri, conoce bien la administración pública entrerriana y sabe cómo deben llevarse adelante los mecanismos de control, pero parece que quiere ser como una garza: en el medio del barro pero limpito.
En su intento de defensa, él mismo se condena. Si antes por mucho menos la justicia fue por tres ministros y el propio gobernador, sabe que ahora también van a ir por él. Por eso sostengo que debe renunciar y ponerse a disposición para que también sea investigado.
jueves, 26 de junio de 2014
martes, 24 de junio de 2014
Casaretto debe renunciar.
Mientras el gobierno provincial aplicaba un feroz impuestazo a todos los entrerrianos, un grupo de empresas y de funcionarios públicos defraudaban al Estado por millones de pesos.
Los actos de corrupción tienen una consecuencia directa en la vida cotidiana porque significan menos salud pública, menos educación, menos obras de infraestructura.
Se exigió esfuerzos a todos los entrerrianos con la promesa de mejorar salarios que siguen siendo bajos. Se incrementaron los impuestos de las viviendas, de los autos, de los pequeños comercios, pero ahora queda claro que la plata no les alcanzaba porque se la estaban robando.
Si bien fue el titular de ATER, Marcelo Casaretto quien denunció el desfalco en ese organismo provincial, llama la atención que esa práctica deshonesta e ilícita haya sido sostenida durante tanto tiempo sin que fuese detectada por nadie. Es curioso que recién después de más de dos años haya descubierto la estafa. Se debe concluir entonces que los funcionarios y los organismos de control no actuaron con la efectividad requerida o, de lo contrario, fueron cómplices de ese fraude. Está claro que él también está salpicado con este escándalo, lo más prudente sería que renuncie y que la justicia determine su grado de responsabilidad.
Sin gobernador
Entre Ríos es una provincia sin gobernador. Urribarri sigue encaprichado en la aventura sin destino que es su candidatura a presidente, y ha desertado de la conducción del gobierno provincial.
La provincia está envuelta en problemas de inseguridad, la educación es cada vez más deficitaria, la obra pública está paralizada, los productores -especialmente los avícolas- están atravesando por graves problemas, la deuda del Estado crece mes a mes, y ahora comienzan a hacerse públicos escandalosos casos de corrupción. No puede seguir desaparecido.
Si algo ha caracterizado a los últimos gobiernos peronistas ha sido la corrupción estructural, por eso será necesario instaurar en Entre Ríos una versión de la Conadep contra la corrupción para 2015 como propone el Frente Amplio Unen.
Los actos de corrupción tienen una consecuencia directa en la vida cotidiana porque significan menos salud pública, menos educación, menos obras de infraestructura.
Se exigió esfuerzos a todos los entrerrianos con la promesa de mejorar salarios que siguen siendo bajos. Se incrementaron los impuestos de las viviendas, de los autos, de los pequeños comercios, pero ahora queda claro que la plata no les alcanzaba porque se la estaban robando.
Si bien fue el titular de ATER, Marcelo Casaretto quien denunció el desfalco en ese organismo provincial, llama la atención que esa práctica deshonesta e ilícita haya sido sostenida durante tanto tiempo sin que fuese detectada por nadie. Es curioso que recién después de más de dos años haya descubierto la estafa. Se debe concluir entonces que los funcionarios y los organismos de control no actuaron con la efectividad requerida o, de lo contrario, fueron cómplices de ese fraude. Está claro que él también está salpicado con este escándalo, lo más prudente sería que renuncie y que la justicia determine su grado de responsabilidad.
Sin gobernador
Entre Ríos es una provincia sin gobernador. Urribarri sigue encaprichado en la aventura sin destino que es su candidatura a presidente, y ha desertado de la conducción del gobierno provincial.
La provincia está envuelta en problemas de inseguridad, la educación es cada vez más deficitaria, la obra pública está paralizada, los productores -especialmente los avícolas- están atravesando por graves problemas, la deuda del Estado crece mes a mes, y ahora comienzan a hacerse públicos escandalosos casos de corrupción. No puede seguir desaparecido.
Si algo ha caracterizado a los últimos gobiernos peronistas ha sido la corrupción estructural, por eso será necesario instaurar en Entre Ríos una versión de la Conadep contra la corrupción para 2015 como propone el Frente Amplio Unen.
sábado, 14 de junio de 2014
Defalco en ATER: En Entre Ríos también habrá que crear la “Conadep” de la corrupción
Si por alguna característica el kirchnerismo va a quedar en la memoria de nuestro país es por la corrupción. Lo venimos diciendo hace años, este gobierno ha recibido el enorme beneficio de una economía global que ha privilegiado a los países productores de alimentos. Y como si esos recursos extraordinarios no hubiesen resultado suficientes estructuró, a nivel nacional y también en las provincias, una asfixiante política de recaudación de impuestos. El kirchnerismo ha utilizado esos recursos, que en otros países sudamericanos fueron palanca de financiamiento de inversiones estratégicas, para aplicar la más cruda política populista. Sus medidas efectistas y de corto plazo generaron en la sociedad, hasta hace un tiempo, una sensación de bienestar que resultó un factor determinante para que la corrupción estructural no represente un problema preocupante.
Ahora que el fin de la etapa se visualiza con claridad y la crisis económica se ha esparcido a los sectores asalariados y del trabajo y la producción, la corrupción ha empezado a ser uno de los temas importantes en la agenda de la opinión pública. Muchos de los casos, como seguramente ocurrió con el de ATER, salen a la luz producto de las internas en la que han entrado los propios funcionarios del gobierno, porque ven próximo el final del ciclo.
El escándalo del defalco en la agencia recaudadora de impuestos de la provincia significa una cachetada para los entrerrianos, que sufren las consecuencias de la crisis económica, y de los inexplicables impuestazo que aplicó Urribarri. Como hemos dicho, comparado con el año 2007 el gobierno nacional aumentó la recaudación impositiva un 482%, pero nuestro gobernador -en el mismo período- la aumentó un 622%, un 140% más que los nacionales.
Dijimos que las sucesivas reformas impositivas -sobre todo la última- eran injustas e impagables para una provincia que ya había dejado atrás el veranito económico. Le pedimos al gobernador que en vez de exprimir a los entrerrianos busque el dinero que mes a mes le falta, en los recursos provinciales que son apropiados por el Estado Nacional, y que él no reclama. Ahora comprobamos que otro motivo por el cual la plata no les alcanzaba era porque se la estaban robando.
Estaban claras –pero hoy lo está mucho más- las razones por las que Urribarri no respeta la Constitución en lo concerniente a los organismos de control y porque, entre otras irregularidades, puso por la ventana un hombre de su estrecha confianza a cargo del Tribunal de Cuentas de la provincia, a pesar de que la Constitución establece que el nombramiento se debe hacer “previo concurso público”, en base a una terna y ante un jurado compuesto por sectores académicos y de la sociedad civil.
Será imprescindible que la propuesta de UNEN a nivel país de crear una “Conadep” de la corrupción para investigar los ilícitos del gobierno también se conforme en Entre Ríos en el 2015.
Ahora que el fin de la etapa se visualiza con claridad y la crisis económica se ha esparcido a los sectores asalariados y del trabajo y la producción, la corrupción ha empezado a ser uno de los temas importantes en la agenda de la opinión pública. Muchos de los casos, como seguramente ocurrió con el de ATER, salen a la luz producto de las internas en la que han entrado los propios funcionarios del gobierno, porque ven próximo el final del ciclo.
El escándalo del defalco en la agencia recaudadora de impuestos de la provincia significa una cachetada para los entrerrianos, que sufren las consecuencias de la crisis económica, y de los inexplicables impuestazo que aplicó Urribarri. Como hemos dicho, comparado con el año 2007 el gobierno nacional aumentó la recaudación impositiva un 482%, pero nuestro gobernador -en el mismo período- la aumentó un 622%, un 140% más que los nacionales.
Dijimos que las sucesivas reformas impositivas -sobre todo la última- eran injustas e impagables para una provincia que ya había dejado atrás el veranito económico. Le pedimos al gobernador que en vez de exprimir a los entrerrianos busque el dinero que mes a mes le falta, en los recursos provinciales que son apropiados por el Estado Nacional, y que él no reclama. Ahora comprobamos que otro motivo por el cual la plata no les alcanzaba era porque se la estaban robando.
Estaban claras –pero hoy lo está mucho más- las razones por las que Urribarri no respeta la Constitución en lo concerniente a los organismos de control y porque, entre otras irregularidades, puso por la ventana un hombre de su estrecha confianza a cargo del Tribunal de Cuentas de la provincia, a pesar de que la Constitución establece que el nombramiento se debe hacer “previo concurso público”, en base a una terna y ante un jurado compuesto por sectores académicos y de la sociedad civil.
Será imprescindible que la propuesta de UNEN a nivel país de crear una “Conadep” de la corrupción para investigar los ilícitos del gobierno también se conforme en Entre Ríos en el 2015.
viernes, 6 de junio de 2014
Es necesario apoyar los medios independientes
En ocasión de celebrarse el Día del Periodista, creo que es necesario destacar la labor de quienes a pesar de las dificultades y los ataques del poder mantienen un férreo compromiso con la verdad y la información certera.
El periodismo ejerciendo su profesión con total libertad, propendiendo a la búsqueda de la verdad, investigando a quien cree que es necesario investigar y denunciando lo que considere pertinente, es una de las garantías para el sostenimiento y el fortalecimiento de la democracia. Pero la pluralidad de voces y la independencia de los medios en general, y de los periodistas en particular, se ve afectada cuando el único o principal sostén económico proviene del Estado (con más razón cuando el gobierno que gestiona el poder Ejecutivo y el Legislativo tiene un sesgo tan populista como el que nos está gobernando desde hace más de diez años).
En Entre Ríos, la sistemática compra de los principales medios de comunicación, por parte de amigos o testaferros del gobierno ha afectado seriamente el ejercicio de la profesión que históricamente ha sido orgullo de la provincia.
Por eso, considero necesario apelar al compromiso del sector privado, y a los empresarios especialmente, a tomar conciencia de la necesidad de publicitar en los medios de prensa entrerrianos, como forma de ejercer la responsabilidad social, que el sector viene pregonando y asumiendo desde hace un tiempo.
Se trata de apoyar a las radios, los canales, los diarios, los sitios de noticias de nuestros pueblos y ciudades, para que puedan realizar su labor periodística con mayor libertad e independencia.
El periodismo ejerciendo su profesión con total libertad, propendiendo a la búsqueda de la verdad, investigando a quien cree que es necesario investigar y denunciando lo que considere pertinente, es una de las garantías para el sostenimiento y el fortalecimiento de la democracia. Pero la pluralidad de voces y la independencia de los medios en general, y de los periodistas en particular, se ve afectada cuando el único o principal sostén económico proviene del Estado (con más razón cuando el gobierno que gestiona el poder Ejecutivo y el Legislativo tiene un sesgo tan populista como el que nos está gobernando desde hace más de diez años).
En Entre Ríos, la sistemática compra de los principales medios de comunicación, por parte de amigos o testaferros del gobierno ha afectado seriamente el ejercicio de la profesión que históricamente ha sido orgullo de la provincia.
Por eso, considero necesario apelar al compromiso del sector privado, y a los empresarios especialmente, a tomar conciencia de la necesidad de publicitar en los medios de prensa entrerrianos, como forma de ejercer la responsabilidad social, que el sector viene pregonando y asumiendo desde hace un tiempo.
Se trata de apoyar a las radios, los canales, los diarios, los sitios de noticias de nuestros pueblos y ciudades, para que puedan realizar su labor periodística con mayor libertad e independencia.
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